Casandra


Casandra, la adivinadora, salió a las calles y se encontró con un mundo diferente al que había pensado. Decidió que como el futuro no era muy halagüeño para los hombres, hundir sus miles de ojos en los televisores. Desde entonces los niños y los adultos dejaron la imaginación en las manos de estos aparatos. Casandra, ahora, pronostica el presente.
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